¿Qué son los sueños? ¿Os lo habéis preguntado alguna vez?
El ser humano tiene una capacidad infinita de soñar. No me refiero a lo que soñamos mientras dormimos, aunque estos también tienen un mensaje que darnos. Me refiero a nuestros sueños conscientes. Esos sueños que nos inundan de ilusión y de ganas de vivir.
¿Sabéis a lo que me refiero? Seguro que sí.
Los sueños son lo que le dan sentido a nuestras vidas. Por diferentes motivos los olvidamos o nos decimos a nosotros mismos que no los merecemos o simplemente pensamos que no podremos conseguirlos.
Es necesario distinguir entre dos tipos de sueños. Existen los sueños del ser y los sueños del tener.
Los sueños del tener son aquellos en los que soñamos con tener una casa grande, un coche grande, unas vacaciones grandes, etc… Con estos sueños solamente nos sentiremos plenos cuando los hayamos conseguido, y entonces, cuando los consigamos, seguiremos alimentándonos con nuevos sueños, con nuevas cosas que tener. No son estos los sueños a los que me refiero en este artículo.
Este artículo trata de los sueños del ser. Los sueños que dan sentido a nuestra vida. Son los sueños que salen de lo más profundo de nosotros mismos y nos dicen que es lo que hemos venido a dar a este mundo. Dicho de otra manera, los sueños del ser son aquellos sueños en los que se mezclan aquellas cosas que se nos dan bien, con aquello que nos apasiona y que nos hace vibrar, y que poseen aquellas cosas que valoramos de la vida. Vamos a poner un ejemplo. Imaginaros un albañil que ama su trabajo y ha conseguido la maestría gracias a este amor. Ama su trabajo porque cuando lo termine, una familia podrá disfrutar de su obra. Ahora imaginaros que por las circunstancias de la vida, este albañil se queda sin trabajo. Durante un tiempo lo pasará mal, sufrirá y no entenderá que es lo que ha hecho mal. Seguramente nada. Su trabajo ahora consistirá en entender que él no es un albañil, él es una persona que durante un tiempo se ganó la vida como albañil, y gracias a ello ha conseguido una serie de habilidades y herramientas y ha aprendido a manejarse en diferentes circunstancias de la vida. Una vez entendido esto, deberá seguir soñando para seguir ofreciendo todo aquello que le puede dar a la vida.
Lo que quiero decir con todo esto es que los sueños del ser nos muestran el camino. Las circunstancias de la vida cambiarán, incluso es probable que también lo hagan nuestros sueños, pero mientras permanezcan en nosotros nos mostrarán cuál es el siguiente paso que debemos dar, el próximo reto que debemos afrontar. El problema es que confundimos los sueños del ser y los sueños del tener. Si a través de los sueños del ser conseguimos los sueños del tener, perfecto. Pero no debemos confundirlos porque no conseguir los sueños del tener nos puede llevar a la frustración y como consecuencia nuestra autoestima disminuirá, y será más difícil que consigamos nuestros objetivos. En cambio, con los sueños del ser, si realmente nos decidimos a cumplirlos, estaremos en el camino desde el primer momento, ya estaremos ofreciéndole algo a la vida, y poco a poco, nos iremos convirtiendo en maestros si no perdemos nuestra posición de aprendices. Si nos proponemos cumplir los sueños del ser sin confundirlos con los del tener, nuestra autoestima subirá, no nos asustarán las dificultades y nos enfrentaremos a ellas con valentía. Viviremos una vida llena de amor sin importar el tamaño de nuestra casa o de nuestro coche. Y será entonces, cuando quizás nos demos cuenta de que nuestro hogar es el mundo, nuestro motor los sueños, y el amor el aire que respiramos.
El Dr. Carvajal, creador de la sintergética, dice que cada uno de nosotros ha venido al mundo a tocar una nota única y el cuerpo es nuestro instrumento. Imaginaros que esta nota son los sueños del ser. Entonces, cuando nos reunamos con otras personas que también estén siguiendo sus sueños del ser, podremos componer hermosas melodías que acompañarán nuestras vidas.
Alberto Tena del Pozo e Isabel Montañés
Coaching To Flow 